Soy una marioneta que se enreda
en los hilos
del sol
y tu destino.

Soy esa suavidad en la agonía
burbuja de jabón entre las ramas
en la complicidad de amar con ganas
de lubricar tus sueños con saliva.

Una canción que gime sin retorno
una calle colgada de tus pasos
soy múltiples maneras del ocaso
caricia martillada a tu contorno.

Las nubes que se tiñen de quimera
soy mordida en la piel y la primera
mirada que despierta los deseos.

Soy esa soledad que grita en vano
el eco del andén y los jardines
una nota de celo en los violines
que agudiza la sed y el desencanto.

Soy la mentira que besó tu boca
un surco de arrozal
soy otro tiempo
soy salamandra que se vierte al viento
soy tormenta en tu piel
gota tras gota
soy soledad
demonio
soy gaviota
un pájaro prendido de tu pelo
campana que ensombrece tu desvelo
gacela que lloró sus piernas rotas.

Soy el confín de la melancolía
la camisa que dejaste olvidada
los húmedos recuerdos de la almohada
soy sinrazón y luna compartida
soy la palabra de la madrugada
en el silencio de tu piel dormida.