Las islas magnifican gigantescas construcciones naturales pobladas de pájaros y trinos. Mis ojos cansados, amanecidos, se llenan del paisaje conmovedor; otra noche ha pasado, y me encuentra así, taciturna, meditabunda, perdida en mis pensamientos y recuerdos; anhelando momentos pasados.
Si tú supieras; ni te imaginas siquiera, cuánto te extraño!
Los pétalos de las rosas han caído, las hojas secas de los plátanos de mi vereda son llevados por el viento, las olas del río transitan su eterno deambular, cada cosa se termina, pero vuelve a revivir por el milagro de la naturaleza.
Así estuvo mi corazón soñando volver a resurgir.
El tiempo ha pasado; ese tiempo de angustias y soledades; y yo sigo aquí atrapada en tu recuerdo, llena de una vaga sensación de antigua felicidad. Aprisionada en tus brazos, sintiendo la pasión de cada beso,disfrazando lo que uno siente Amor, querido amor, la magia del silencio me ha acompañado, mientras mis manos han desangrado palabras tras palabras, poesías y poesías, para poder llegar a tu alma; pero tú no escuchas ya mi corazón que clama por tí
Y aquí envuelta en la nebulosa de la vida quedo, solo tu recuerdo es mi compañía y tu tibieza que aún cobija mi alma desolada.
Y como si la fe fuera de pronto una magia, tintineando en mi esperanza,y se aferrara a mi como un abrojo.
Y si la lluvia fuera cálida y el cielo nunca más gris.
Y en cada ocaso añoraramos lo vivido. Entónces quizás, volveríamos el tiempo.
Para encendernos en la noche, y transitar lo vivido.
Para que la espina ya no me duela más, cuando una rosa muera entre mis manos.
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